martes, 22 de junio de 2010

Se acabaron los juguetes…


Creo que como fan de la saga de “Toy Story” esta última entrega me “queda debiendo” un poco para tanta expectativa y sobre todo, tantos años de espera. Sin ser experto en edición, post producción, guiones, fotografía, animación o dirección, simplemente quiero dar una visión de “fan” y comentar detalles simples que me hicieron “no adorar” esta película de Disney y Pixar.

Trama de la Película: No pasa nada que no esperemos… Andy crece y obviamente los juguetes deben buscar mejor vida. La solución más lógica: una guardería. Los personajes se mezclan con nuevos juguetes, descubren nuevos villanos y al final siempre hay luz al final del camino en el que todos quedamos contentos, pero pudieron crear más momentos memorables.

Emotividad: Creo a diferencia de la 2, en la que la parte emotiva transcurre en medio de la película (recuerdan, la historia de Jessie?), Toy Story 3 viene más cargada de nostalgia y momentos de “pañuelo”. Dependiendo que tan sensibles sean, habrá un par de ocasiones en los que notaremos más de una persona suspirando en el cine. Al final perdonamos las lágrimas porque en el fondo nos agradan los finales felices.

Humor: Aún y cuando admito soltar un par de carcajadas en el cine, la película no se recordará como la que más hizo reír al público. La personalidad metro sexual de Ken y una vez más, los arrebatos de Buzz Light Year como “Space Ranger” son las que más sonrisas nos dibujan. La Familia Cara de Papa, el “Chancito”, Rexie, Slinky, los Aliensitos, Jessie y Barbie aportan algunos momentos pero son fugaces. Recomendación: No se pierdan los créditos aportan en 5 minutos mucho humor.

Nuevos Personajes: Es muy difícil creer que algún nuevo personaje se “robará el show” en la última entrega de una saga tan querida, pero siempre nos queda esa expectativa de querer ver algo nuevo y gracioso, algo que me aporte más que una trama nostálgica de despedida. Ken puede ser el personaje más explotado y es lógico por ser el más “reconocido” a nivel mundial, pero creo que los demás pudieron aportar mucho con más.

Eso si, aclaremos que se fajaron creando una nueva niña que simplemente es imposible no adorar. Analizaron todos los factores de la “niña perfecta” llena de imperfecciones como su timidez, pero creativa y de buenos sentimientos. Ver a esta criatura con enaguas y botas de hule es un punto alto de la caracterización y admitámoslo: Todos queremos una así.

En resumen es una película que hay que ver por cultura general y porque algunos de mis “co-generacionales” amigos recordaremos que hace años esta película fue el inicio de muchas más que seguimos adorando.