viernes, 15 de octubre de 2010

Pregoneros 2010. Evento declarado Desierto.


Esta no es una crítica de arte, diseño o conceptualización… tampoco me interesa hablar de los “truchos”, el exceso de faldas cortas, los personajes exóticos o el jurado. Estas letras son solo una leve crítica del evento como tal.

En primer lugar nunca vi una unidad de concepto en NADA, la invitación, la decoración, la vestimenta de los anfitriones, la comida, los “back projections”, el entretenimiento, en fin… todo anduvo en “rides” distintos.

El lugar no fue el más idóneo. La mayoría de premios de importancia en el mundo son realizados en teatros por lo mismo: mejor ubicación para todos y mayor orden de distribución y fluidez. El año pasado el Teatro Nacional fue un acierto por estas condiciones. Además las piezas este año fueron poco apreciadas ya que por la estructura del salón, la pantalla por más ancha que fuera, siempre tuvo el problema de que en altura no dejaba ver con detalle algunas piezas.

A veces las cosas simples son más elegantes y efectivas. Reconozco el esfuerzo de hacer animaciones para cada categoría, pero la falta de coordinación entre los animadores y los problemas técnicos, hicieron que más bien viéramos errores, adelantos y “fallonazos” continuamente.

La dinámica del evento fue lenta, pero mucho por culpa del protocolo de cada premio, la ubicación de las personas encargadas de entregar el premio y la falta de espacio entre las mesas de las agencias aportaban espacios y momentos en los que los presentes no sabíamos que estaba pasando.

El entretenimiento quedó en el olvido, no hubo nada que nos diera un respiro en el medio de tanto discurso y tanta proyección. Al final, el DJ y la música sonaban bien y todo terminó como un baile de graduación sin colmilludos.

Los anfitriones… mmmmm que difícil para ellos pero también que poca producción para analizar otras opciones. El premio es serio, pero no por eso debe serlo tanto ¿acaso Chris Rock, Steve Martin, Whoopi Goldberg y Billy Crystal entre otros son el ejemplo de la seriedad? En este rubro, acá siempre nos justificamos en los “mismos”, pero es porque nadie se anima a darle este tipo de eventos a otras personas.

Lo demás, es lo de siempre, pero si me parece que La Nación si quiere que este evento trascienda fronteras, debe poner más cuidado en detalles adicionales a los premios en si.

La idea de los “colmilludos” como concepto era muy bonita, pero quedó en la invitación. Lo demás fue un clásico “arroz con mango” de cosas bonitas pero sin unidad. Esperemos que el próximo año estemos escribiendo todo lo contrario.

Como conclusión yo declararía a los Pregoneros 2010, como evento: DESIERTO.

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